martes, 25 de noviembre de 2008

El Síndrome de Harry el Sucio


Todos recordamos a Harry Callahan (Clint Eastwood) como un duro policía, que se ha criado en la calle, al que sus compañeros llaman Harry el sucio por sus particulares métodos de luchar contra el crimen, y porque siempre se encarga de los trabajos menos deseados con una gran efectividad.

A Harry no se le podía llamar para detener a unos ladrones, eso era para los mediocres (que eran el resto de sus compañeros) del cuerpo de policía de San Francisco.

Para estos polis, Harry era el mejor, de eso no había duda. Que profesional, desde luego que el resto de compañeros del cuerpo no le llegaban ni a los talones. Con ello se hacía la vista gorda a que le gustara privar fuera de horas, a que se pillara alguna que otra moña, a que se saltara el horario algunas veces o a que ninguneara a sus superiores.

Cuando vi por primera vez a Clint Eastwood en el papel de Harry poniéndose esas gafas de sol y su pipa MAGNUM 44 la verdad es que me decía a mi mismo que me gustaría ser como Harry.
Un tío que se ha ganado el respeto de todos por su eficacia, por su efectividad en las situaciones difíciles, por sus cualidades innatas.

Sin embargo el tiempo me ha hecho cambiar. Ya no soportaría ser como Harry porque me doy cuenta de que aquí nadie es imprescindible, y para que las cosas funcionen, es bueno que todo el mundo sepa algo de lo que hace el compañero de al lado, para que en el caso de que alguien se coja una baja, un servidor le pueda suplir en lo que pudiere.
Este hilo viene a cuento de que desde un tiempo "pacá" vengo fijándome en que en mi empresa cada vez abundan más Harrys. Además se extiende como un síndrome en la gente más antigua. Son esos a los que no ves pegar palo al agua durante toda la mañana y su único tema de conversación es : -Recuerdo cuando falló aquello y nadie sabía como hacerlo, al final tuve que llegar yo y se arregló. O lo de:- Yo ahora no tengo mucho chollo pero tal día en que tuvimos tal o cual problema ¡ahí estuve yo hasta las tantas de la madrugada!..

Desde luego que tras oirlos en la cantina (donde están siempre) pienso: - Que pena que el TITANIC no llevara a un par de estos genios, porque seguro que no se hubiera hundido.

La verdad, es que indirectamente, estos Harrys que pasan de currar a diario porque a ellos sólo se les puede llamar cuendo el problema es realmente importante, lo único que están haciendo es justificarse. Si señores, justificar su falta de constancia en el trabajo y justificar su tiempo extra de descanso a media mañana.
Señores, para los que se den por aludidos, aqui NADIE es imprescindible. Si uno se va, otro llegará y el mundo seguirá girando como siempre.
Yo sólo pienso lo que dijo hace mucho tiempo el señor nuestro Dios:- "Y ganarás el pan con el sudor de tu frente".
Si así fuera, estos Harrys no tendrían ni para comer una triste galleta al día.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tronco, eso me dijo a mi un jefe hace mucho tiempo "Nadie es imprescindible" después viví muchos despidos de compañeros que parecían imprescindibles pero al día siguiente volvía a salir el sol. Estos Harrys, además de vagos suelen ser los que más exigen y los que más protestan, vamos, que siempre están reclamando sus derechos pero se olvidan de sus deberes. Yo a veces valoro el trabajo de un técnico en conformidad al número de aspirinas que tengo que tomar para aguantarlo jor jor jor XD

Unknown dijo...

Parece ser que no entendieron a qué tipo de persona se trata de representar en el papel de Harry.

Anónimo dijo...

Madremia. Hablas de la forma contraria de lo que hablaría el jefe del verdadero Harry el Sucio sobre él. Valora a esos trabajadores! Pues alguien normal no puede ayudar, reparar ni participar de perfecta forma en ocasiones importantes. Lo que pasa que tú eres el jefe ambicioso que siempre quiere más, y ese trabajador sobrevive pero es feliz con lo que es.

Unknown dijo...

El síndrome de Harry el Sucio hace referencia a los métodos que utiliza para detener a los malos, sin importar poner en riesgo la salud física del individuo, la problemática de este síndrome es ¿Cómo vencer a los monstruos (en este caso los malos) sin que en el proceso te conviertas en uno de ellos? La verdad los que tú describes no merecen ser llamados Harrys, lo que tú tienes en tu trabajo son un montón de mamadores