Pensaba escribir algo sobre la muerte de uno de los personajes que alegraron las tardes de mi infancia. No me perdía un capítulo, sentado en el suelo y apoyado en el sofá. Escuchando los sabios consejos del maestro en su búsqueda. Pero es que cada vez que intento poner algo acabo escribiendo sobre armarios, Tailandia y juegos sexuales. Descanse en paz, al menos se fue disfrutando.
Por cierto, tu papel de Bill en Kill Bill fue majestuoso.
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