jueves, 24 de enero de 2013

La última singladura



Hoy fué una mañana fría de invierno. Ya tenemos casi todo listo para marchar de aquí. Quedan sólo las cosas de última hora con las que estamos trabajando en nuestro día a día. El portaaviones "Príncipe de Asturias" hará su última singladura hacia su puerto de amarre final.
Yo soy de los que opinan que los barcos tienen alma y memoria. Y por aquí han pasado miles de personas que han sido su dotación y que le han dedicado su tiempo y mucho cariño para mantener este mastodonte a flote y con todos sus sistemas funcionando como la maquinaria de un reloj.
Y creo que no se va con una merecida jubilación, ya que podría dar mucho más de sí.  Pero los recortes presupuestarios de la crisis y  el nuevo buque "Juan Carlos I" le han dado la estocada final.
Ahora su futuro es incierto. Podría acabar en otro país sirviendo a otra bandera o podría ser condenado a muerte, descuartizado a manos de los chatarreros con sus sopletes ávidos de metal.
A mi me encantaría que acabara como museo flotante en alguna importante ciudad de España, con aviones y helicópteros de otras épocas sobre su cubierta de vuelo y su gran hangar, al estilo del USS "Intrepid" en Manhattan NY  el cual tuve la suerte de poder visitar. Pero eso es harina de otro costal, y alguien que no soy yo lo tendrá que decidir.

5 comentarios:

Miguel Angel dijo...

Es una pena. Cuando un buque puede dar por lo menos una década más de servicio.Van y lo jubilan. El Juan Carlos Primero, de reciente construcción, es más grande si, puede meter en sus bodegas mucho material bélico pero....¿A quien vamos a asaltar o invadir,a Marruecos? No creo. Si lo pensamos bién para que queremos este buque tan grande. No sé que rendimiento le sacarán, ellos sabrán. Todo sea por la modernidad y la logística ¡¡¡Adios Principe de Asturias!!!Muerto el Rey ¡¡¡Viva el Rey!!!

AMALIA dijo...

¡¡Cuántas vivencias y recuerdos!!.

Yo pienso que debería de acabar en un museo.

Creo que es emocionante que, después de tantas horas transcurridas a su lado, desaparezca para siempre.

Un besote.

Francisco Antonio dijo...

Parte de mi vida navegó sobre su quilla. Fue un sueño hecho realidad y ahora pienso que se desvanece inevitablemente, para formar parte del recuerdo. El orgullo me invade cuando pienso en tus travesías con mi ilusión a bordo, o cuando navegavas y te añoraba desde tierra. Te debo mucho PDA, más de lo que puedo explicar. Por eso escribo estas palabras porque eso no lo pueden desguazar.

fus dijo...

Es verdad que da pena ver un barco en su decadencia.

un abrazo

fus

*Desvelada* dijo...

Muy interesante todo esto. Me da una enseñanza, Nada es para siempre, Todo pasa, La Gloria de hoy sera un recuerdo mañana. Gracias por compartir tan lindo blog, Un placer seguirte,Saludos desde Puerto Rico!