martes, 27 de diciembre de 2011

Uniendo puntos

Ayer di por casualidad con una revista de sopas de letras. Comenzé a pasar las páginas y encontré un juego de unir puntos numerados. Cuando era pequeño me encantaba coger un lápiz e ir siguiendo los puntos para finalmente ver qué dibujo estaba escondido en esa página.  Reconozco que me picó la curiosidad y con un boli comencé a hacerlo: -Punto 1...ahora punto 2 ¿dónde demonios está el punto 2? Ah, aquí está...
y mientras trazaba lineas entre los puntos, recordé el discurso de Steve Jobs que publiqué en un post anterior en el que entre otras cosas habla de unir los puntos en nuestra vida, y que aunque ahora parezcan inconexos, algún día podrás unirlos y entonces todo tendrá sentido. Y pensé en los puntos de mi vida que aún no tienen sentido y están inconexos. Que aún no comprendo. Puntos a los que no les veo por ahora utilidad alguna. Supongo que nos pasa a todos.
En los juegos de unir los puntos, éstos están numerados y sabes cómo unirlos. En la vida se van uniendo solos, pero sólo le encuentras el sentido después de un tiempo. Durante mucho tiempo sólo ves puntos, algunos felices y otros dolorosos, pero al final siempre cobran sentido. El problema es que no sabemos cuándo va a ser.
Puede que el “punto” en el que estás ahora sea de decepción porque no te va bien en el trabajo. Puede que sea de agobio o preocupación por el presente o el futuro. Puede que sea un punto por amor o desamor o puede que sea de duda. Sea lo que sea, es un punto que acabará por cobrar sentido, pero que tendrá el valor que le aportes ahora con tu actuación.
Si, yo creo que los puntos no son estáticos, no son inmutables. Están ahí, pero terminarán por ser lo que hagamos de ellos. En el futuro cobrarán sentido y les veremos la utilidad, pero por ahora acabarán por ser lo que hagamos de ellos. En el caso de Steve Jobs, él no se abandonó cuando le echaron de su propia empresa. Creó otras dos con las que aportó tanto valor que, sin proponérselo, volvió a lo grande. El punto estaba allí, pero él hizo que fuese lo que fue.
¿Verdad que hay puntos para unir en tu vida? Ahora puedes unir algunos del pasado, pero estás creando otros nuevos. Hazlo con pasión, en la vida, y en el trabajo.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Invierno

Con el invierno llega la calma, la quietud, el frío hace que nos recojamos, que nos quedemos en casa calentitos sin movernos del lado de la estufa.
Brrr... nos encogemos de frío. Corremos para llegar a casa y acurrucarnos junto a la estufa. Nos da pereza salir y preferimos dormir o descansar, almacenando calor y energías. Llueve, nieva, hiela, hay niebla o humedad. El agua está presente en todas sus formas y tenemos menos horas de luz solar. Tenemos ganas de hibernar.
El invierno es una época lunar, desde todas las culturas, el frío, la oscuridad, lo profundo, lo interior, las emociones, son cualidades que por ser desconocidas, nos producen miedo.
En invierno debemos concentrar la energía hacia nuestro yo interior y olvidarnos de nuestro yo exterior , al igual que la naturaleza se despoja de todo lo externo (hojas, flores...), mientras que la savia sigue corriendo en su interior.

En invierno ponemos nuestra voluntad al servicio del subconsciente para alcanzar nuestro norte y nuestras metas futuras.
Es momento para almacenar energía y lucidez para recibir a la Primavera.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Absenta

 Siempre había tenido curiosidad por probar la absenta, la bebida popular y a la vez enigmática que tomaban los grandes personajes de finales del siglo XIX y comienzos del XX.  
Y es que desde  hacía tiempo, su nombre me aparecía en un montón de libros que he leído, así como en películas de cine. La película de Johnny Deep "Desde el infierno", Moulin Rouge o "Drácula de Bram Stoker" dirigida por Francis Ford Coppola son un ejemplo de ello.
La absenta era bebida sobre todo en París por gente tan distinta como bohemios, aristócratas, bailarinas, escritores, pintores, políticos y militares, todos unidos en esa época a la que se denominó "Belle epoque". Posteriormente se exportó al resto de Europa y América.
La absenta era también conocida como la bebida del hada verde, por un lado debido al color verdoso que se producía como fruto de la destilación del ajenjo, y por otro lado porque su ingesta producía alucinaciones debido a la tuyona, que era el componente químico que tiene el ajenjo y que en dosis altas afectaba de manera atroz al cerebro.
Bajo los efectos de la absenta grandes artistas como Picasso, Vincent van Gogh o Manet pintaron sus cuadros y personajes como Hernest Hemingway, Oscar Wilde o Edgar Alan Poe tuvieron la inspiración para escribir sus libros.Yo lo veo algo así como el LSD  que le daba la inspiración a los Beatles, pero de una época más antigua.
También tiene la absenta algo especial. Es su forma de prepararla. Su ritual previo es tan importante como su propia ingesta: Se pone un terrón de azucar (algunos lo queman antes con un mechero) sobre una cuchara que está agujereada en su parte inferior. Se pone ésta sobre la copa y se le va echando poco a poco agua muy fría sobre el azucar que se va deshaciendo y cayendo en la copa. Las proporciones de agua y licor son a gusto del consumidor, al final queda una bebida lechosa y verdosa que hay que tomar rápido.
La absenta se prohibió en 1915 y se ha vuelto a permitir hace poco, casi 100 años después, pero ahora la ley obliga a disminuir la cantidad de tuyonas para evitar los efectos alucinógenos.
En Mayo de 1998, coincidió que me encontraba en mi querido Portugal. Concretamente en Lisboa, paseando por la noche di por casualidad con un bar llamado "Cadillac" en el que unos heavys versionaban en directo canciones de Elvis. Era un antro de mala muerte, decorado todo con matrículas y trozos de carrocería de coches antiguos, con un techo a punto de caerte encima. De repente vi al camarero en la barra realizando el ritual de la absenta por primera vez en mi vida. En aquel momento deseaba más que nunca probarla y que el hada verde me robara el alma, así que me tomé tres copas. Sentí un fuerte sabor anisado y un regusto en el paladar que te queda durante minutos. Pero siento decir que no vi nungún hada, ni dragones, ni un tunel,  ni despertó en mi una capacidad analítica sobrenatural. Nada de nada, excepto la cogorza que me agarré y un malestar que siempre achaqué a escuchar a Elvis en versión Heavy Metal.
Para finalizar os cuelgo una de mis escenas favoritas de la película "Drácula" en la que Francis Ford Coppola desgrana a la perfección lo que era la ingesta de absenta. Para ello filma en una habitación cerrada para aislar a los protagonistas con un fondo de personas bailando creando un efecto de caleidoscopio. En inglés absenta se escribe ABSINTA y utiliza sus letras centrales para que se vea SIN, que en inglés quiere decir pecado. La música de la escena te sumerge con un efecto hipnótico, y Mina, tras ingerirla, es capaz de adivinar su vida pasada: