lunes, 31 de diciembre de 2012

Magia

Ayer, cuando todo acabó, fui a tu casa. Reconozco que me costó mucho entrar por la puerta y no verte. Los recuerdos se me agolpaban en la cabeza queriendo salir por todos los rincones de la casa.
Me encerré en tu habitación cuando nadie me veía y me quedé en silencio, llorando.
Contemplando todos tus juguetes, tebeos, libros de dinosaurios....
Tu cama estaba tal y como la dejaste. Y tus libros del cole abiertos y los bolis sobre la mesa daban a entender que cuando te encontraste mal estabas haciendo los deberes.
Me fijé en un muñequito que estaba en lo alto de una estantería. Lo recordé inmediatamente. Con él te hice trucos de magia con los que te partías de risa. Año tras año te hacía siempre el mismo truco y nunca me pillabas.

Llegaste a decirle a tu madre que el Tito Miguel era mago de verdad.
Pero hoy el tito Miguel se despide para siempre de ti. Aunque esta vez sin trucos de magia. Porque para mi la magia más grande ha sido que vinieras a este mundo y haberte conocido. Y la mayor tristeza es que la magia no pudiera hacer que apareciera un donante a tiempo.
Quiero que sepas que has sido para todos un ejemplo de lucha y entereza. Incluso cuando nos veías a todos preocupados, tú siempre sonreías.
Te vas con el amor de todos los que te queríamos.
Que injusto es este mundo. Y qué difícil se hace el pasar por esto a los que quedamos aquí.
Un beso muy grande Moisés. Nunca te olvidaré.

2 comentarios:

AMALIA dijo...

Has hecho que me salgan las lágrimas. Un recuerdo emocionante y tierno.

¿Cómo pueden suceder estas cosas?.

Siempre te quedará ese bonito recuerdo de los buenos ratos pasados con él.

Un beso fuerte.

Miguel Angel dijo...

Preciosa entrada y fantástico recuerdo que rompe el corazón de cualquier persona que la lea. He de reconocer que es el recuerdo más tierno que he leido. Él recordará desde el cielo a todas las personas que le amaron y quisieron en este ingrato mundo. Seguro. Un fuerte abrazo a todos.