miércoles, 14 de mayo de 2014

Crepúsculo

Ojalá muchos días fueran así. Contemplando la puesta de sol sin prisa, sin teléfono.
Hasta sentir el frescor que trae la noche tocando la piel.


4 comentarios:

Oscar Paradela dijo...

A medida que te haces mayor esos días comienzan a ser un mito, algo que nunca ha existido, y cuando de pronto vuelves a revivir un momento así te dices "¿pero que coño estoy haciendo de mi vida? voy a mandar todo al carajo, coger una mochila y a perderme en el camino.".

Miguel Angel dijo...

Lo has clavao macho. Entiendes porqué quiero un velero?

Miguel Angel dijo...

Pues todo es real como la vida misma. La fotografía perfecta y el pensamiento relajante y extraordinario. La prisa, la ocupación en exceso y el estrés no son buenas compañías, sino lo contrario; nos destruyen.

Miguel Angel dijo...

Bonita fotografía. Es verdad que estar una tarde sentadito en una terraza mirando el mar relaja. Mirar la naturaleza siempre relaja, hasta el punto que navegas por los paraísos de tu mente más exóticos. Luego, vuelves a la realidad de la vida. ¡¡¡Hombre!!! Lo del velero no está nada mal, pero cuando la mar duerma y no te sienta cruzarla.