viernes, 2 de julio de 2010

Flotando entre Calderones

En la vida se pasa por diversas experiencias, en algunas de ellas uno siempre dice:- “Esto sólo ocurre una vez en la vida”, y creo que estos días he vivido una de estas. Nos encontrábamos en el medio del mar de Alborán y decidimos parar para darnos un chapuzón en alta mar, así que nos quedamos al pairo. Nos pusimos el bañador y saltamos al agua. En aquel punto había una profundidad de 800 metros.
Cuando te bañas en el medio del mar, no puedes evitar el tener un poco de desconfianza de pensar qué clase de bichos habrá por debajo de tus pies, así que con frecuencia buceas para mirar hacia las profundidades que tienen un tono azul cada vez más oscuro hasta donde la luz del sol llega.
En eso que a lo lejos empezamos a ver muchas aletas que venían hacia nosotros, por lo que decidimos por precaución subir al barco rápidamente para ver qué clase de bichos eran. Resultaron ser unos preciosos calderones, eran una manada de por lo menos 40 con crías y todo. Como son inofensivos, decidimos tirarnos al agua para jugar con ellos, pero aunque eran muy curiosos, no dejaban que nos acercáramos tanto como para poder tocarlos. Me acerqué para tocar a uno y cuando miré para abajo, había otro en vertical observándome. Tan cerca que lo habría tocado con los pies.
En eso que me aparto de la gente y cuando me doy la vuelta me pongo a bucear a un par de metros, de repente veo dos grandes manchas oscuras a unos metros de mi, eran dos grandes calderones que se habían quedado aparte de la manada. Me tranquilicé y subí al barco. Pero la sensación se me quedará para siempre. La impotencia de verte frágil, de ver que no controlas la situación, de saber que ahí mandan ellos. Mientras buceas lo ves todo tan azul, tan profundo, y dos manchas oscuras de dos bichos que son 3 veces más grandes que tú moviéndose a tu lado.






2 comentarios:

Miguel Angel dijo...

Ay, ay,ay..., claro que estas vivencias quedan para toda la vida pero...., no debemos confiar tanto en estos bichos, cabe la posibilidad que alguno de ellos tenga un tornillo flojo......¡¡o no es posible!!.Si sucede que uno te agarra por un pié, seguro, seguro que te vás abajo bastantes metros y....el susto puede ser morrocotudo.De todas formas es guay, acojonante para presumir pero no te acostumbres.

AMALIA dijo...

¡¡¡Y a mí que me da miedo hasta meterme en una piscina!!!....¡¡Guauuu!!