Verano saturado

Estoy saturado, cada día aguanto menos los cambios que comporta el verano en la zona en la que vivo.
Saturado de playas llenas de gente en donde en vez de ver arena sólo veo los colores chillones de miles de sombrillas.
Saturado de no poder aparcar el coche en ningún sitio.
Saturado de chiringuitos playeros en los que tardan un huevo en servirte.
Saturado de las caravanas de coches que saturan la carretera nacional en dirección a las playas.
Saturado de que siempre tenga el aire acondicionado del coche estropeado en verano.
Saturado de dejar el coche sucio y polvoriento al sol y al entrar perder un litro de agua corporal.
Saturado de tener que esperar más de una semana para poder llevar el coche al taller.
Saturado de hacer cola en los hipermercados durante una hora debido a la cantidad de turistas que hay comprando a última hora.
Saturado de no encontrar mesa en los restaurantes a los que suelo ir.

Saturado de no encontrar plaza en el tren que cojo todo el año.
Saturado de estaciones de tren saturadas de gente.
Saturado de hacer cola para comprar cualquier cosa.
Saturado de vecinos que alquilan sus pisos en verano a indiscriminados que se dedican a romper todo y a fastidiar a todos.
Saturado de ver que cuando llega la marabunta del turismo, no se respeta ninguna norma cívica de convivencia..

Saturado de fríos aires acondicionados que me producen dolor de cabeza.

Saturado de que en la tele todo gire en torno a la esteban y los pringaos que van al Sálvame.

Y es que cuando todo está así, sólo pienso en marcharme a un sitio perdido del mundo, sin coches, sin casas, sin telediarios, sin mucha gente, para poder disfrutar de un atardecer, de un aroma a naturaleza, del ruido del agua de un río, del sonido del viento meciendo las copas de los árboles, de caminos de tierra rodeados de flores silvestres, de noches en silencio escuchando tan sólo el ruido de los grillos y los ladridos de los perros en las aldeas lejanas.

P.D El título del cuadro es " Therapie on the beach " de Halim Karabibene. Muchas gracias por escribirme, Halim.