jueves, 24 de febrero de 2011

Chocolate CRUNCH

Estaba mirando en la televisión las revueltas del norte de África y su propagación en Bahrein y El Yemen y no pude dejar de pensar en la anécdota que me sucedió cuando en el año 2003 estaba en el Sultanato de Omán y entre un grupo de chalados, decidimos intentar cruzar la frontera de Omán con El Yemen. El Yemen es un país bastante cerrado al mundo en la actualidad y es donde se sospecha que entrenan muchos terroristas de Al quaeda. Para realizar la aventura alquilamos un 4X4 grande en la ciudad omaní de Salalah, y con ese pedazo de coche comenzamos a subir por las montañas hasta el paso fronterizo. La ascensión tenía muchas curvas y no había nada aparte de agrestes montañas y camellos sueltos. El caso es que la frontera apareció de golpe al salir de una curva y los guardias, acostumbrados a que pasasen pastores y camiones con ganado, se alertaron al ver que se acercaban occidentales. Se notaba que estaban nerviosos y nos daban el alto apuntándonos con rifles Kalashnikov. El problema era entenderse con ellos, pero pronto les cambió la cara cuando les regalamos unas tabletas de chocolate CRUNCH. Estaban tan contentos que hasta nos invitaron a tomar con ellos leche de camella caliente. En un ratito nos marchamos de allí no fuera a ser que cambiaran de actitud por algún motivo. Siempre que vayas a algún país en el que no estén acostumbrados a ver extranjeros, es bueno llevar encima algo de chocolate para endulzarles la vida... Un servidor cerca de la frontera con El Yemen

1 comentario:

Miguel Angel dijo...

Como tu dices, unos chalados. A quién se le ocurre en esos países árabes gobernados por dictadores y con fronteras con soldados adictos al alcohol de quemar, para armar una buena; en fin , que es un buen recuerdo , una aventura, sin lugar a dudas pero..............oooooojooooooo que no son de fiar. Suerte que les ha gustado el chocolate que , como dije antes, en vez de leche de camello estuviesen empapados en " gasolina" se podria armar una buena. Fronteras que no pasa más que uno o dos camellos al año.