El efecto tractorcillo es una forma de vida que mi amigo Alejandro y yo idealizábamos cuando estábamos muy quemados en el trabajo.
Estaba basado en un tractorcillo de color amarillo chillón, que tenía una sirena luminosa de color naranja en la parte alta. Este tractorcillo se dedicaba a limpiar la Escuela Naval con sus cepillos incorporados, su agua a alta presión y su aspirador. Era chiquitito y muy cómico, con unas ruedas pequeñitas, una cabina minúscula y ese color que lo hacía destacar tanto. Un hombre que iba dentro lo manejaba con maestría girando "paquí y pallá", mientras sonaba un pitido cada vez que le daba marcha atrás. Tenía calefacción, limpiaparabrisas y todos los extras que te puedas imaginar, pero en diminuto.
Este hombre siempre iba con los cascos, supongo que oyendo la radio, paraba a la hora del bocata a eso de las 10:30 durante media horita para charlar con los compañeros mientras fumaba el pitillito y luego se ponía otra vez a la faena.
A veces, cuando ya nos salía el humo por las orejas de tantos exámenes, cuando nos castigaban a correr con el fusil durante 45 minutos seguidos al sol, decíamos idealizándolo: -Ahí lo tienes, oye la radio toda la mañana, su preocupación y responsabilidad por el trabajo es mínima, ya que hace su circuito y ya está, seguro que está pensando en si su equipo ganará el partido de fútbol del domingo o cuántos aciertos tendrá en la quiniela de esta semana. Se va a casa, cena viendo la tele en su sofá y seguro que no le quitará el sueño el trabajo de mañana. Dormirá bien y charlará al día siguiente con sus compañeros a la hora del bocata sobre lo que dice el "Marca" sobre tal o cual jugador.
No tiene que preocuparse ni quemar ni una sola neurona en saber lo que le depara su jornada laboral porque él ya lo sabe, hará su circuito diario y ya está. Si se aburre, empieza por otra zona y punto. Ganará menos dinero que tú, pero lo que se cura en salud y preocupaciones....
Es cierto que ese hombre podría tener, como todo el mundo, sus problemas y preocupaciones: una hipoteca, una enfermedad, yo que sé; Pero nosotros lo idealizábamos tanto que no nos fijábamos en nada más.
Un trabajo tranquilo hace que aumenten en gran medida las posibilidades de que tengas una vida tranquila.
Un trabajo a alta presión es como una olla expréss, puedes reventar un día si te salta la válvula de seguridad.
La regulación de esa válvula depende de ti, del aguante que tengas. Si eres una persona de esas que aguantan mucho y por tanto tu válvula de seguridad no salta, mantienes esa presión dentro, que involuntariamente está ejerciendo una influencia importante sobre todos los que te rodean.
Hay veces en que me aparece el efecto tractorcillo. Es inevitable, me sucede cuando recibo unas presiones extremas y tengo que tirar "palante" con todo durante más de una semana continuada, sin apenas tiempo y con muy pocos recursos a mi disposición.
Cuando estoy muy quemado, escucho ese pitido del cómico tractorcillo dando marcha atrás pasando por dentro de mi cabeza de aquí para allá y me gustaría ponerme los cascos para oir la radio toda la mañana, meterme en la cabinita con calefacción y preocuparme tan sólo de hacer bien la linea del bordillo de la acera con el cepillo. Aunque cobrara la mitad.