martes, 1 de febrero de 2011

El primer día de cole


¿sabéis? Hay gente que no recuerda su primer día de colegio. Sin embargo, mi primer día en los Salesianos lo recordaré siempre.
Era Septiembre de 1979 y tenía 5 años. Quizá por los nervios del momento, un bolígrafo rojo que apretaba fuertemente, se me destintó manchándome toda la mano y el jersey.
Al rato, aparecieron las señoritas Ana y Pacucha y comenzaron a pasar lista y a agruparnos. Me tocó en el grupo B.
En esto que las señoritas nos dicen que nos agarremos a la mano del compañero de delante y que no nos soltáramos bajo ningún concepto. La fila de casi 100 niños comenzó a moverse entre los aplausos de las mamás que se despedían orgullosas y emocionadas, menos la mia, que tenía un cabreo tremendo de verme hecho una piltrafa con ese manchurrón rojo de tinta que parecía que me había salido un alien por la barriga.
En menos de dos minutos ya me había soltado de mis compañeros y vagaba solo y perdido por los inmensos pasillos del colegio. La primera puerta que abrí fue la del laboratorio de ciencias naturales. En su interior había un maniquí de un ser humano abierto para ver sus órganos internos y al lado un esqueleto. Me cagué por los pantalones pensando que eran muertos y salí cagando mechas de allí. Al final llegué a un aula que en su techo ponía "1ºB" y entré aliviado. Resultó que era 1ºBUP y las letras "UP" se habían descolgado del cartel, así que cuando le expliqué al profesor mi deducción de que esa era mi aula, Don Nicolás(que así se llamaba) se ofreció para llevarme hasta mi verdadera aula entre las risas y el cachondeo de todos los bachilleres de la clase.
Cuando llegamos, Pacucha estaba jadeando de subir y bajar escaleras porque se le había perdido un niño. Le conté que había visto muertos y todo eso... pero creo que desde aquella me cogió manía.
A la salida de clase, un grupillo de niños vino hacia mi y me preguntaron cómo eran los muertos. Allí estaban Albertín Lagoa, Pablo Lata, Eladio Pita, Miguel Poncela, Quique bolas...
Y yo, les contaba que los muertos tenían la barriga abierta y se les veían las tripas por dentro, y que el esqueleto se había movido.
Y mientras todos me miraban sorprendidos, yo pensaba que lo importante de aquel día era que acababa de nacer un grupito de soñadores que duraría ocho años de cole y más.

2 comentarios:

Unknown dijo...

las estatuas de la parte de arriba de la iglesia se mueven, ja ja ja

Oscar Paradela dijo...

Chony, es que yo recuerdo que en 1º de EGB no dejaban usar bolígrafo, sólo lápiz, y lo recuerdo bien por que durante mi primera semana llevé broncas todos los días de Dña. María Eugenia por olvidarme de comprar el lápiz. XD